Los flujos de trabajo de dispositivos médicos son multifacéticos y se extienden a través de la atención al paciente, la eficiencia del proveedor de atención médica, el cumplimiento normativo, el control de costes y la gestión de datos. Estos flujos de trabajo garantizan que los dispositivos médicos se utilicen de forma eficaz y segura, lo que mejora los resultados de los pacientes y aumenta la eficiencia del sistema sanitario.