Las pantallas NVIDIA G-SYNC® permiten jugar a una frecuencia sin precedentes de 360 Hz y por eso es la opción preferida de los amantes de los esports en todo el mundo. Experimenta la latencia del sistema más baja para los tiempos de reacción más rápidos, sin prácticamente imágenes fantasma y con el movimiento más fluido para seguir concentrado en el objetivo. Si a todo esto le añades que con G-SYNC no se fragmenta la imagen, queda claro por qué estas pantallas están diseñadas para ganar.