La eficiencia energética de la CPU es esencial para maximizar el rendimiento y, en los portátiles, la potencia se comparte entre la CPU y la GPU. El optimizador de CPU de Max-Q optimiza esta potencia utilizando un entorno de trabajo de bajo nivel, lo que permite al controlador de GPU optimizar el rendimiento, la temperatura y la potencia de las CPU de próxima generación.
Emparejar este nuevo marco con optimizaciones de CPU como estados de potencia profundos, mejora del envío de trabajos y sincronización de subprocesos del controlador mejora significativamente la eficiencia de la CPU, y la energía guardada se transfiere a la GPU, lo que le proporciona más rendimiento.