Los efectos visuales mejoran continuamente y, con cada generación, los programadores añaden más polígonos, componentes físicos y sombreadores para que los mundos virtuales sean cada vez más impresionantes. Pero si estos mundos se ven en resoluciones más bajas, como 720p o 1080p, los detalles no serán nítidos, los bordes no serán perceptibles y las características distantes se verán borrosas, lo cual disminuirá el realismo y la inmersión.
Al aumentar la resolución, se obtiene mayor nivel de detalle, todo es más claro y nítido, los efectos son más impresionantes, el suavizado de los bordes se mejora de forma considerable, las escenas distantes son más visibles y, en general, la acción será más envolvente Y ahora, en 8K, los detalles son tan nítidos y claros que podemos discernir los ladrillos y las briznas de hierba individuales, los elementos de los juegos distantes se reconocen al instante y, con la perspectiva situada detrás del hombro del personaje del jugador, se aprecian el cabello, las costuras en la ropa y las arrugas en la piel.
Las pantallas de 8K se ejecutan en 7680×4320 píxeles, lo que ofrece un total de 33 millones píxeles en comparación con 2 millones en 1080p y 8 millones en 4K. Por lo tanto, si pensabas que el salto de 1080p a 4K era impresionante, espera a ver el cambio a 8K. Con muchos más píxeles por pulgada del espacio de la pantalla, la resolución de 8K te permite disfrutar de los videojuegos con detalles y claridad sin precedentes. Además, con el HDR de alta calidad la experiencia te dejará sin aliento.