Diseñadas para jugadores competitivos, las pantallas de 360 Hz con tecnología NVIDIA G-SYNC son 1,5 veces más rápidas que las pantallas convencionales de 240 Hz y aprovechan al máximo las altísimas frecuencias de fotogramas de los mejores títulos de hoy en día, como VALORANT, Fortnite, Counter-Strike: Global Offensive, Rainbow Six Siege y Overwatch.