El modelo de seguridad tradicional, limitado al perímetro, es insuficiente en el mundo actual de amenazas en expansión y vulnerabilidades de día cero. Las DPU NVIDIA BlueField y las SuperNIC permiten que las funciones de seguridad distribuidas, como los cortafuegos, el cifrado, la microsegmentación, la detección/prevención de intrusiones y la inspección de aplicaciones, se ejecuten en cada servidor, lo que permite adoptar un posicionamiento de seguridad de confianza cero en el centro de datos.